Un martirio, la actuación del Tri de Martino
Por Juan Manuel García García
No, No es de ahorita…
Viene desde antes…
Desde las dos derrotas ante Estados Unidos…
Pero en cada partido de las eliminatorias mundialistas para Qatar 2022 posterior a esos encuentros, la animadversión, tanto de la afición como de la cúpula que rige el balompié mexicano ha crecido tanto que dados los últimos resultados, no se vislumbra un panorama halagador para Gerardo Martino, hasta ahora, todavía el DT de la selección mexicana de futbol y para ilustrar esta situación, trataré de hacerlo a través del siguiente cuentecillo:
Primer acto: México logra agónico triunfo en Jamaica y Martino respira.
Como ya lo había señalado en su oportunidad, Gerardo “Tata” Martino pasó de la agonía al éxtasis con el sufrido triunfo de la selección nacional en Jamaica, pero ni la victoria logró disfrazar la mala actuación del equipo mexicano. Y es que durante el tiempo de juego no se pudo apreciar un estilo futbolístico que generara en directivos y afición confianza en un buen resultado ante los Reggae Boyz.
Es más, con la mala actuación del equipo en sus últimos partidos la única sensación que Martino transmite a sus jefes en la Federación Mexicana de Futbol (FeMexFut) y la afición es de inseguridad lo que contrasta con la que hace cuatro años generara, a pesar del tan criticado sistema de rotaciones en el plantel del equipo, el colombiano Juan Carlos Osorio.
Comparando los resultados obtenidos en el anterior proceso eliminatorio con el presente queda la impresión de que Osorio sí logró llegar caminando a la cita mundialista en Rusia, como él mismo lo aseguró en su momento, pero ahora, a Martino le ha costado sangre, sudor y lágrimas mantenerse por detrás de las selecciones de Canadá y Estados Unidos en su lucha por llegar a Qatar.
Segundo acto: El TRI empata en casa con Costa Rica pero por su errática actuación, la afición, desesperada, pide la cabeza de Martino.
“Fuera el ‘Tata’”…
“Fuera el ‘Tata’”…
“Fuera el ‘Tata’”…
Fue el grito que en más de una ocasión profirió una porción de los dos mil aficionados que acudieron al estadio Azteca para presenciar el cotejo donde los representativos de México y Costa Rica continuaron con sus compromisos de esta eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022.
Esa reacción de los aficionados se justifica porque se esperaba a una selección nacional que borrara la mala impresión que dejó en Jamaica -de donde regresó con una victoria de último minuto-, pero la verdad es en este encuentro también quedó a deber el equipo nacional, pues a pesar del 0-0 final, el equipo de Costa Rica exhibió las limitaciones de un equipo que, supuestamente, era superior al centroamericano pero en honor a la verdad, fue el equipo visitante el que más cerca estuvo de hacerse presente en el marcador.
Y si el partido anterior ante Jamaica se ganó por dos inesperados aciertos de la ofensiva tricolor que no atinaba a vencer la meta de Blake, en esta ocasión se pudo constatar que igual que el resto del equipo, la ofensiva carece de orden, inspiración y consistencia, de ahí que la afición, por cierto, cambiara el grito considerado por la FIFA como homofóbico por el “fuera el ‘Tata” que se escuchó al final del malhadado encuentro ante los Ticos.
Tercer acto: Con un penal inventado, México gana a Panamá,
pero la espada de Damocles aún amenaza al “Tata”
Ante un equipo mexicano inoperante como el de México, que no tenía la capacidad de anotar un gol ante los mejor plantados panameños en el terreno de juego, tuvo que venir una decisión arbitral para que la selección nacional se hiciera presente, vía un gol de penal convertido por Raúl Jiménez, en el marcador.
Corría el minuto 78 cuando una aparente falta en el área sobre Diego Láinez que nos hizo recordar aquella marcada a Rafa Márquez ante Holanda en el Mundial de Brasil 2014 que generó el popular reclamo de “no era penal” el supuestamente cometido sobre el atacante Arjen Robben.
Y ni ante el acalorado reclamo de los panameños influyó en el silbante salvadoreño, quien quizás movido por el remordimiento de no haber mostrado la tarjeta roja sobre el jugador que lesionó al “Chuky” Lozano, quien tuvo que salir del juego para posteriormente ser llevado ante las instancias hospitalarias para descartar una lesión más seria en el jugador del Nápoles, por cierto, el más perseguido por los rivales que buscan mermar sus cualidades y recursos técnicos a base de agresiones que van más allá de las llamadas jugadas fuertes.
En fin, quizás para algunos lo importante sea que se ganó el partido, pero habrá otros, como un servidor –y Yon de Luisa, por supuesto- para quien es más importante el cómo se ganó…
¿Estamos?
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