A cinco meses del Mundial de Qatar 2022, el panorama de México es gris, pero no para Martino
Por Juan Manuel García García
El reloj sigue corriendo…
Y México, con el empate ante Jamaica, no exhibe avance alguno…
Pero como amlo –así, con minúsculas-, Martino tiene otros datos…
En esta ocasión, el grito “Tatafóbico” no se escuchó al jugarse la cuarta fecha de la Liga de Naciones de la Concacaf en el National Stadium Independence Park de Kingston, Jamaica, donde el equipo local -los “Reggae Boys”- lograron empatar a un gol con la selección de México, cuya actuación dejó mucho qué desear cuando estamos a cinco meses de que inicie la Copa Mundial de Qatar 2022.
Y es que el grito de “Fuera el Tata” no se escuchó por dos factores: la poca asistencia de aficionados mexicanos al inmueble y a que al público jamaicano le vale dos pepinos el accionar de los pupilos de Gerardo “Tata” Martino en esta competencia.
Sólo imaginémonos la reacción de los aficionados mexicanos a este resultado si tomamos en cuenta la molestia que provocó en ellos el escaso o nulo entendimiento de los jugadores al sistema de juego impuesto por el DT argentino para el juego anterior ante Surinam, aficionados que, ante la falta de contundencia pidieron la salida de éste a pesar de que en ese encuentro, también correspondiente al mencionado torneo Concacafkiano, los aztecas terminaron ganando apenas por 3-0 cuando se esperaba una actuación más redonda y un marcador más abultado.
Y si a eso le agregamos que en este partido ante Jamaica el gol de los locales cayó apenas a los 4 minutos de juego, es lógico entender el desasosiego que privó en los seguidores del TRI ante los desaciertos en la defensiva y si no cayeron más goles por parte del conjunto caribeño, fue por sus precipitaciones en los contragolpes y falta de tino a la hora de buscar, de nueva cuenta, perforar la portería de Cota.
Para la segunda mitad del cotejo se pudo apreciar una mejoría leve del equipo mexicano pero más por la voluntad de ir al frente que por capacidad ofensiva o por instrucción táctica, sin embargo, por lo menos esta insistencia propició el gol del empate, pero además de eso, lo cierto es que no hubo algo más preponderante para ganar el encuentro.
Pero lo más increíble es que lejos de hacer una autocrítica al final del encuentro, Martino dijo que México jugó bien, que le gustó el accionar del equipo porque nunca renunció al ataque, pero lo que no dijo es que le faltó contundencia. Esa con-tun-den-cia que hace la diferencia entre ganar y sólo “jugar bien”.
El problema es que, parafraseando al presidente –con minúsculas, otra vez- de México, el “Tata” tiene “otros datos” y para él todo está bien, no pasa nada, inclusive, dijo que el equipo nacional será otro en Qatar con relación a lo hasta ahora visto, lo cual ha despertado mi curiosidad con relación a lo que se puede esperar de un equipo que no ha mostrado orden en la cancha, que no manifiesta dominio de un estilo de juego y que no cuenta con opciones o alternativas ofensivas claras.
Entonces, el tic-tac del reloj sigue sonando y acortando la fecha de presentación del equipo mexicano en Qatar. Ojalá que a final de cuentas, si Martino no cuenta con una varita mágica que le resuelva el problema con un solo ademán, encuentre por fin la manera de revertir todo lo señalado y hacer de México un conjunto competitivo que le ofrezca a la afición la ilusión de soñar con una actuación trascendente, es decir, contraria al panorama que, por ahora, está más gris que el cielo en este temporal de lluvias…
¿Estamos?