• Qué bueno que esta etapa de Javier Aguirre con el TRI inició con un triunfo…
• La victoria ante Nueva Zelanda -con todo respeto- no es para presumir…
• El rival, la razón del desaire de los paisanos a la Selección Nacional…
¿Cómo ven amigos lectores de esta columna que amablemente publica la Revista La Voz de Jalisco?
Los “partidos moleros” –“Tuca” Ferreti dixit- siguen en la agenda de la Selección Nacional a pesar del deseo de Javier Aguirre, pues se había dicho que terminar con esa práctica era una de sus condiciones para tomar el mando, por tercera ocasión en su carrera, del representativo nacional.
Sin embargo, para esta fecha FIFA la tradición de nuestro federativos de llevar a nuestros paisanos equipos a modo para mantenerlos interesados en ver, cuantas veces sea posible, a nuestro equipo tricolor ganar y en esta ocasión el pretexto fue iniciar el tercer proceso de Aguirre como director técnico, con un triunfo, el cual se logró ante un equipo que, en honor a la verdad, no representó un riesgo al proyecto mencionado.
Así pues, con la victoria ante Nueva Zelanda se logró el objetivo de ganar, lo cual significó un éxito en lo deportivo, aunque la “hazaña” fuera conseguida ante una selección ubicada en el puesto 94 de la clasificación de la FIFA hasta el pasado 18 de julio, listado en el que, por cierto, México ocupa el lugar 17.
Y señalé “hazaña” en el párrafo anterior porque la maquinaria que echa a andar la Federación Mexicana de Futbol (FMF) para cada “partido molero” incluye a ciertos reporteros de los medios informativos -incluidos los de Televisa-TUDN- para que lancen loas al representativo nacional, así la victoria se haya conseguido ante la selección de San Marino -con todo respeto-, que ocupa el último lugar (207) de la clasificación de la FIFA.
Y así haya sido por 3-0, para un servidor ese triunfo no es para presumir, porque el nivel de exigencia del equipo de Oceanía no fue el suficiente para la selección Azteca, sobre todo por la impresión que pretendía dejar entre la afición de que “El Vasco” y Rafa Márquez -su asistente de lujo-, son los indicados para recomponer el camino hacia el Mundial del 2026, pues en la humilde opinión de un servidor, imponerse a un rival mejor calificado podría haber dejado una mejor impresión entre la fanaticada de aquí y seguramente hubiera despertado mayor interés en la de allá.
Y es que, en honor a la verdad, la pobre asistencia registrada en el Rose Bowl de Pasadena por parte de los mexicanos que emigraron al vecino país del norte, tiene su origen en el descontento tanto con la promotora norteamericana de la selección y con los federativos, que siempre se aprovechan del fervor que a ésta le expresan como seguidores del TRI para ser explotados en la taquilla, el estacionamiento, los snacks y bebidas que consuman en los estadios, así como con los souvenirs o recuerdos que se venden en los locales anexos.
Para un servidor, este factor es muy importante para justificar el marcado desaire de los seguidores, quienes, principalmente, deben de estar pensando en los gastos que se vienen para el tradicional festejo de la Independencia de México, ya que el fervor patrio es superior a cualquier otra cosa y eso me consta porque yo he estado allá en estas fechas.
Y si bien la escuadra mexicana cumplió con la expectativa al conseguir una victoria holgada gracias a los goles de Orbelín Pineda, César “Chino” Huerta y Luis Romo, lo cierto es que la falta de contundencia evitó que cayeran más goles en la portería de los neozelandeses, quienes poco a poco disminuyeron su aportación ofensiva y no pudieron manifestarse en el marcador, aparte de que en la segunda mitad del encuentro disminuyeron su presencia en la cancha por el desgaste físico que evidenciaron.
El siguiente cotejo de los pupilos de Aguirre en esta mini gira por los Estados Unidos será en la ciudad de Arlington, Texas, ante Canadá, equipo que actualmente se ubica en el lugar 40 de la clasificación de FIFA y que se antoja más peligroso que Nueva Zelanda.
En conclusión, mucho habrá de mejorar el equipo mexicano de la mano de Javier Aguirre y su cuerpo técnico -encabezado por Rafa Márquez-, ante el equipo de la hoja de maple para demostrar que se tomó la decisión correcta al escogerlo para dirigir los destinos de la escuadra Azteca en el tercer Mundial, que se llevará a cabo en el 2026, alternadamente en estadios de los Estados Unidos, Canadá y México.
¿Estamos?