Calladitos, ¿los medios se verán más bonitos?
Con la novedad, amigos lectores de este vate, de que para el Gobernador del Estado, Enrique Alfaro Ramírez, la contratación de la empresa de un amigo suyo para solventar el programa “A toda máquina”, implementado por el Ejecutivo Estatal para dotar de la maquinaria que necesitan 121 municipios de la entidad para la reparación de caminos y desarrollar obras de infraestructura rural en beneficio de sus comunidades, no tiene ningún viso de corrupción, de ahí que para demostrar la transparencia en el proceso, dio indicaciones a la titular de la Contraloría estatal, Teresa Brito, para que investigara si hubo alguna anomalía en la licitación correspondiente.
Lo anterior, como reacción a la publicación en un periódico local, sobre un posible conflicto de interés en la adjudicación de dicho contrato. Además, después de asegurar que el hecho de que sea un amigo suyo, no quiere decir que hubiera corrupción, aclaró que su gobierno también tiene contratos con los medios de comunicación para publicidad oficial y que, en este caso, nadie dice nada. Asimismo, agregó que todos los contratos firmados durante su gestión serán revisados.
Leyendo entre líneas, para un servidor, el Gobernador mandó un claro mensaje a los medios cuando señaló esto último, de que todos los contratos serán revisados, lo que da pie a pensar en que, en un momento dado, dichos contratos de publicidad pudieran ser cancelados si la información no le es favorable.
No es novedad el que Alfaro Ramírez sienta animadversión con aquellos medios que más lo cuestionan, pues desde que era Presidente Municipal de Guadalajara, al más puro estilo del POTUS (President of the United States) Donald Trump –toda proporción guardada, por supuesto-, que arremete contra los medios de comunicación señalándolos de publicar noticias falsas (fake news) para desacreditarlo, cuando la información publicada no le favorece o critica sus decisiones.
Lo que ninguno de los personajes señalados en el párrafo anterior entienden, es que la labor del reportero conlleva dedicación, encaminada ésta a la investigación, al seguimiento de pistas, revisión de información precedente, confrontación de datos, entrevista con diversas personas, además de una manifiesta intuición periodística.
Nada es improvisado ni motivado por la aviesa intención de provocar un daño a nadie, sino de generar información veraz y oportuna, con sentido profesional basado en la honestidad y honorabilidad, con esa integridad y responsabilidad que dignifica la labor del periodista e identifica a quienes, de manera apasionada, se dedican a esta noble profesión de informar a la sociedad, aún a costa de su integridad física (lesiones o muerte), moral (descrédito), laboral (pérdida de trabajo), económica (falta de ingreso) o emocional (estress) por ejercer el derecho a la libertad de expresión que garantiza nuestra Constitución.
Como dice el refrán: La verdad no peca, pero incomoda…
Ya no es novedad, en serio,
que el Gobernador se moleste,
sí una nota publicada
a éste no favorece.
La última, hasta ahora,
es sobre una licitación
que favorece a un amigo suyo
con toda premeditación.
Para acabar con las dudas
sobre el tema que le incomoda,
instruyó para que investigue
a la mismísima Contralora.
También amenazó a los medios
con publicidad de su administración:
o le bajan a sus contenidos
o su contrato entra a revisión…