Entre los jugadores rojiblancos y el árbitro complicaron lo que parecía un triunfo facilísimo sobre el Atlas
Por Juan Manuel García García
¿Sufrido el triunfo ante el Atlas?
La verdad, no…
¿Complicado, acaso?
Sí, por errores de los jugadores rojiblancos y los caprichos del árbitro Fernando Guerrero, pues parecía que para él, recurrir al VAR era sinónimo de incapacidad y con su actitud prepotente, me hizo recordar la etapa más negativa de Bonifacio Núñez, aquél árbitro que antes de modificar su comportamiento, era más reconocido por su proclividad a llamar la atención que por sus atinadas decisiones.
Recuerdo una transmisión televisiva en la que el narrador, justamente, lo describió como un personaje tan insignificante, que buscaba llamar la atención a toda costa, al grado de que “parecía que quería ser el bautizado, el padrino, la madrina y hasta el cura en el bautizo”. A tal grado llegaba su afán de protagonismo, pero lo bueno es que ya al final de su carrera como silbante profesional, enmendó el camino y se convirtió en un buen consejero para las nuevas generaciones de los otrora llamados “hombres de negro”.
Lo anterior viene a cuento porque si bien los mismos jugadores del Guadalajara se complicaron la existencia al cuando ya llevaban la ventaja de 2-0 y en lugar de aprovechar el momento psicológico para aumentar la ventaja sobre unos asustados jugadores rojinegros, que por momentos daban la impresión de que el balón les quemaba y como no querían saber nada del partido, Guerrero se apiadó de ellos y con sus polémicas decisiones parecía darles a los alguna vez llamados “amigos del balón” los goles que no merecieron en la cancha.
La cuestión es que aún cuando los mismos comentaristas del cotejo coincidieron en que la primera penal marcada no era tal, el silbante apodado “el cantante” nunca quiso hacer caso a los reclamos de los jugadores de las Chivas para revisar la jugada y acudir al VAR, pero su necedad se le revirtió y en lugar de recapacitar y acudir al Video Asistente Arbitral, con la falla de Malcorra en el cobro de la pena máxima, se aplicó la consabida sentencia: Justicia divina.
Después, cuando faltaban seis minutos para finalizar 3-0, otra vez se marcó penal que sí era a favor del Atlas y esta vez sí lo metió Malcorra, pero más tarde, en una jugada polémica vino el segundo gol rojinegro, pero cuando los jugadores rojiblancos pedían que se anulara la anotación porque el balón ya había salido por la banda, de nuevo, Guerreo se montó en su macho y tampoco quiso acudir a consultar el VAR.
Pero bueno, nada más pongámonos a pensar si las cosas hubieran sido al revés, ahora, los anti chivas estarían rasgándose las vestiduras y proclamando que los árbitros y el VAR sólo sirven para “ayudar” a las Chivas.
Concluyendo, a Chivas les falta muuucho todavía por aprender a manejar los resultados y Fernando Guerrero, por lo menos el sábado, demostró que como árbitro, es un buen “cantante”…
¿Estamos?
El Pilón

Anoche, viniendo de atrás en la serie (1-3) ante Bravos de Atlante, los Dodgers de Los Ángeles ganaron en fila cuatro partidos y el séptimo definitivo con un relevo extraordinario del mexicano Julio Urías, quien colgó los tres últimos ceros para llevarse la victoria y enfilar a la novena angelina al “Clásico de Otoño” ante Las Rayas de Tampa Bay, en una serie que comienza mañana martes y de la cual estaremos al pendiente para llevarles las incidencias del bien llamado “Rey de los Deportes”.