Los Dodgers, después de 32 años, por fin logran ganar la Serie Mundial
Por Juan Manuel García García
Histórico: la edición 2020 de la Serie Mundial de Beisbol fue la buena para que de nueva cuenta el equipo de Los Dodgers de Los Ángeles se alzara con el título y llegara así a siete Series Mundiales ganadas, esta vez ante unos aguerridos Rayos de Tampa Bay, que llegaron a este compromiso con desventaja de 3 juegos a 2 y la esperanza de ganar para alargar la serie a su límite.
Era 1988 cuando Orel Hershiser, desde la lomita de lanzamientos logró para los entonces dirigidos por Tom Lasorda el sexto título de Campeones de la Serie Mundial de beisbol, pero desde entonces, la sequía de estos resultados se alargó no por una, ni dos, sino por más de tres décadas, hasta que…
La noche del 27 de octubre de 2020, una combinación de siete lanzadores manejada por Dave Roberts, Mánager del equipo angelino, finalmente le dio la victoria en el juego seis de la serie a siete, destacando la participación de los dos mexicanos en el roster; el nayarita Víctor González y el sinaloense Julio Urías.
González, quien ganó el partido, retiró a cuatro bateadores de los rayos de Tampa Bay al entrar en la quinta entrada -cabe señalar que ponchó a los tres que enfrentó en la sexta entrada, precisamente en la que se dio la voltereta al marcador- y donde se fincó el triunfo de la novena angelina. Por su parte, Urías, a la postre salvador del encuentro entró al relevo en la séptima entrada para retirar a ocho bateadores -incluyendo cuatro ponches- y no permitir que los Rayos hicieran más daño, dejando las cifras definitivas de 3 carreras a una.
Las emociones comenzaron desde el inicio de la mismísima primera entrada, cuando los Rayos se fueron adelante con un batazo de Home Run del cubano Randy Arozarena, sin embargo ese fue el único daño que provocaron, pues a pesar del dominio de su lanzador Blake Snell quien ponchó a 9 jugadores angelinos durante 5 entradas y un tercio, finalmente bastó un batazo del cátcher Austin Barnes para que el Mánager Kevin Cash, muy criticado por esta decisión, le pidiera la bola al lanzador que traía comiendo de la mano a los pupilos de Dave Roberts, entrando en su lugar el otrora eficiente Nick Anderson, pero quien en esta ocasión saliera descontrolado y perdiera la ventaja y el juego.
Como era de esperarse, una vez que Urías consiguió el out 27, jugadores, mánager, staff y directivos del equipo angelino iniciaron el festejo en la cancha, mientras que los aficionados en las gradas se unieron y manifestaron su apoyo al equipo que más mexicanos logra convocar desde el arribo de la “Fernandomanía”, culto que iniciara en 1981 cuando hizo su aparición en la novena azul el mexicano Fernando “El Toro” Valenzuela, quien en su temporada de debut lograra el trofeo como Novato del Año y al mismo tiempo el “Cy Young” por su destacada labor en el montículo.
La euforia pues, se desbordó, al grado que llevados por el jubilo, los aficionados en las calles perdieron la compostura y ya no cumplieron con el protocolo sanitario impuesto por las autoridades de Los Ángeles, pues dejándose llevar por la emoción del momento, ya no guardaron distancia entre ellos, ya no usaron cubre bocas y, por ende, los abrazos e intercambio de saludos hicieron que los factores de riesgo se dispararan y, de alguna manera, opacaran el festejo por el anhelado triunfo.
Obviamente, los mexicanos en las gradas ondearon, orgullosos, la bandera mexicana y no dejaban de lanzar vítores y porras a Julio y Víctor, quienes se dejaron apapachar no sólo por los aficionados, sino por sus compañeros y directivos de la franquicia más popular de la División Oeste de la Liga Mayor de Beisbol de los Estados Unidos de Norteamérica (MLB por sus siglas en inglés).
Para ser honesto, ante la destacada actuación de Julio y Víctor, un servidor se remontó a aquella actuación de Valenzuela, cuando en 1981 lanzó para conseguir el título ante los Yankees de Nueva York, actuación con la que cerró el extraordinario año de debut en las Ligas mayores o, el beisbol “de la Gran Carpa”, cuando los narradores Jorge “Sony” Alarcón, Antonio Andere y el también recordado Pedro “Mago” Septién, conocidos entonces por su invaluable memoria y por las anécdotas sobre el Rey de los Deportes y sus protagonistas que hacían la delicias de los televidentes.
Para entonces, ya alternaban con esos personajes las nuevas generaciones, destacando Pepe Segarra, Toño de Valdez y Enrique Bourak, actuales narradores estelares del beisbol.
Para terminar, envío mis felicitaciones sinceras a la organización de Los Dodgers por este nuevo logró deportivo, un abrazo fraternal a Fernando Valenzuela, Víctor González y Julio Urías, así como a los demás jugadores connacionales en reconocimiento a sus logros en el mejor beisbol del mundo y en especial a los aficionados que temporada tras temporada dedican tiempo, recursos y esfuerzo para hacerse presentes en los estadios siguiendo y apoyando a su equipo y jugadores favoritos…