Novak Djokovic es el indiscutible número uno después de ganar el Torneo de Roland Garros
Por Juan Manuel García García
El tenista serbio cumplió con las expectativas en Francia…
Sumó 23 títulos de Grand Slam y superó a Nadal, quien no participó por lesión…
Ahora la meta es ganar en Wimbledon y separarse más del tenista español…
Era el momento del serbio y no lo dejó pasar. Así de fácil y así de sencillo. Su victoria ante el noruego Casper Ruud en tres sets seguidos -7-6, 6-3 y 7-5- en la final del Grand Slam de Roland Garros fue contundente y a la vez tan provechosa por el plus con el que venía: el liderato de la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) desbancando de la posición de privilegio al español Carlos Alcaraz, quien ahora se ubica en el segundo peldaño.
Djokovic llegó a su duelo con Ruud ocupando el tercer lugar del ranking de la ATP y empatado con Rafael Nadal con 22 campeonatos de Grand Slam y a dos de Su Majestad Roger Federer, quien el año pasado decidió retirarse del tenis porque no pudo recuperarse al cien por ciento de las molestias en sus rodillas, las cuales fueron intervenidas, cada una en su momento, pero por más esfuerzos que hizo por mantenerse en las canchas, al final de cuentas su disminuido estado físico le cobró la factura y le obligó a colgar la raqueta pero con la satisfacción de haber ganado 20 títulos de Grand Slam y de formar parte, junto con Nadal y el propio Djokovic, del “Big 3” del tenis mundial.
Sin embargo, a pesar de las encarnizadas batallas en las canchas por marcar la superioridad sobre sus más cercanos perseguidores, la verdad es que el respeto al rival y del reconocimiento a su destreza deportiva se antepone a cualquier resultado y la muestra, en esta ocasión, corrió por cuenta de Nadal, quien apenas terminó la final en Paris, le envió por sus redes sociales una felicitación al serbio por haber llegado a su victoria 23 en este tipo de competencias.
«Muchas felicidades por este increíble logro Djokovic. El 23 es un número en el que hace tan solo unos años era imposible pensar, ¡y lo lograste! ¡Disfrútalo con tu familia y equipo!», comentó el español en su cuenta de Twitter. Nobleza obliga, pues, y es de reconocerse y valorarse este tipo de reacciones que no todos los tenistas tienen.
Respecto a lo anterior, seguramente los aficionados al tenis que les tocó ver jugar -en las décadas de los 70’s y 80’s- a los estadounidenses Jimmy Connors y John MacEnroe, así como al rumano Ilie Nastase y los recordarán entre los principales “chicos malos” del tenis, pues fueron conocidos por su facilidad para perder los estribos ante la más mínima impresión de que fueron víctimas de una mala decisión de los jueces, pero su enojo iba más allá del terreno de juego pues en lugar de felicitar a sus rivales por el triunfo, en muchas ocasiones hasta el habla le retiraban a determinados jugadores por considerar que no les ganaron “limpiamente”.
Pero retomando el momento de Djokovic y recordando que la ausencia de Nadal se prolongará por otros 5 meses, el serbio tiene la oportunidad de extender más la diferencia entre él y Rafa si gana el Abierto de Wimbledon, pero tendrá que mantener la misma forma física mostrada en Melbourne y Paris, echar mano de toda su experiencia y, sobre todo, de la misma concentración mental que le ha permitido llevarse los Torneos Majors de Australia y Roland Garros…
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