México jugará la Copa América con lo mejor que tiene, pero no es suficiente para estar entre los mejores tres equipos
• Poca calidad demostró, en conjunto, el equipo dirigido por Jaime Lozano…
• No hubo coordinación en la defensa, el medio campo y el ataque…
• Con 7 goles en contra y sólo 3 a favor, Lozano dice que ya contemplaba este escenario…
“Chispa” se le llamaba otrora al talento que tenían los jugadores que destacaban del resto de sus compañeros en el terreno de juego y obviamente, eran esos jugadores con “chispa” los que movían al resto del plantel a lo largo y ancho de la cancha y cuando en el rectángulo de juego se juntaban dos o tres jugadores con esa capacidad, los resultados se reflejaban a su favor en el marcador.
Bastaba con un leve gesto de este tipo de jugadores para que sus compañeros, ya fueran zagueros, volantes o delanteros, se ubicaran en sus respectivas zonas de actuación ya fuera para detener un avance del rival o para abrir espacios en la marca de los zagueros contrarios.
Guillermo “Tigre” Sepúlveda, Héctor Hernández, Isidoro “Chololo” Díaz, Juan “Bigotón” Jasso, Salvador Reyes, Raúl “Willy” Gómez, Ramón Ramírez, Alberto Coyote, Gustavo “Halcón” Peña, Benjamín “El Maestro” Galindo, Guillermo “Wendy” Mendizábal, el recién fallecido Joao Justino Amaral, Belarmino de Almeida Junior “Nené”.
Felipe Zetter, Pepe Delgado, Carlos Reynoso, Cuauhtémoc Blanco, Tomás Boy y Hugo Sánchez, entre otros tantos que alcancé a rescatar de la memoria, antes de que el alemán ese que está de moda, me arrebate todos mis recuerdos.
Contar con varios de esos jugadores en el plantel de cualquier club, era garantía de un buen espectáculo y, obviamente, de una mayor asistencia a los estadios y, en consecuencia, más trofeos en sus vitrinas.
Pero para desgracia del futbol mexicano, la saturación de extranjeros en los clubes de la liga mx ha incidido en que cada vez sean menos los jugadores aztecas que tienen la oportunidad de pulir o destacar con base en su talento.
Entonces, para rematar la idea, los jugadores con “chispa” le dan calidad a un equipo y para muestra, Uruguay y Brasil son equipos de mucha calidad -como lo demuestra sus victorias por 4-0 y 3-2, respectivamente-, y en contraste, México, ante los uruguayos solo fue un equipo si acaso voluntarioso, pero sin calidad ni en la defensa, ni en la media ni en el ataque y aunque ante la escuadra brasileña se mejoró y logró empatar 2-2 en tiempo de compensación, al final fue la falta de manejo del partido lo que significó la derrota. Ah, por cierto, la única victoria contra un rival sudamericano fue ante Bolivia y por la mínima diferencia.
Pasando ahora al tema de la preparación de los partidos, lo primero, desde mi humilde entender, debe ser conocer a los rivales a profundidad. Es decir, cuáles son los jugadores más destacados de su liga, por cuáles se ha decantado en sus últimas convocatorias y, sobre todo, las características individuales de cada jugador. Ya con este conocimiento, convocar a los jugadores que más se adaptan al estilo de juego del DT -en este caso del mexicano- y cuyas características más se asemejen a la de los rivales en la búsqueda por nivelar los estilos de juego y sus capacidades, es decir, su calidad individual y de conjunto.
Para concluir, en la medida que los entrenadores de la selección nacional quieran obtener resultados positivos que solventen su trayectoria, deberán convocar a lo mejorcito con que cuenten para tratar, por lo menos, presentar un equipo si no con el nivel de calidad de los rivales, que sea competitivo…
¿Estamos?
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