
La Concacaf debe sacar las manos del arbitraje de la Leagues Cup
Por Juan Manuel García García
Una cosa es su aval para la celebración del torneo y otra influir en el arbitraje…
Si las dos Ligas acordaron llevar a cabo el torneo, ese tema es de ellos…
La MLS quiere vender la idea de que por tener a Messi, ya es la mejor Liga…
Interesante el tema de hoy pero vayamos por partes: al acordar entre la MLS –junto con los equipos canadienses que participan en esta organización- y la Liga mx celebrar la Leagues Cup, los directivos de nuestro país debieron estar satisfechos con la mayoría de las condiciones del contrato, sin embargo, temas como el de la logística la situación no fue pareja, pues en este tema, los clubes de la tierra del Tío Sam ya iban de gane por aquello de ser locales durante todo el torneo, con desplazamientos únicamente a Canadá, pero en diferentes condiciones en cuanto a distancia, pero sobre todo, en lo que a la calidad del transporte se refiere.
Si los responsables por parte de los equipos mexicanos acudieron a la negociación buscando suelo parejo con los países involucrados, al final de cuentas no creo que hayan logrado su objetivo, pues de otra manera no entiendo entonces cómo es que sufrieron de retrasos en vuelos –lo que impedía el adecuado descanso previo a las sesiones de entrenamiento- y así, en consecuencia, retrasar la preparación de los partidos correspondientes.
Hubo imágenes con equipos mexicanos varados en espera de la aeronave que haría conexión en el aeropuerto para llegar a su destino -lo cual sucedería varias horas después-, pero lo desconcertante era ver a los jugadores recostados en el piso de la sala de espera, sin más opción que sacrificar el tiempo de descanso que les permitiera recuperarse físicamente y así, aún cansados, hacer lo posible para preparar los partidos, en los que, obviamente, se notaba a los jugadores faltos de ritmo y muy limitados físicamente, pero su mayor desgaste fue el emocional por las desiguales condiciones de la competencia.
Pero eso no era lo peor, sino que todavía tenían que sufrir con el tema del arbitraje y no solo a nivel de cancha, sino que el tema de la limitada capacidad profesional de los silbantes abarcaba también a los encargados del VAR, pues aunque usted, amigo lector, no lo crea, atendiendo el mencionado equipo había, según señalaron el ex árbitro profesional mexicano Francisco Chacón y el comentarista David Medrano -ambos de TV Azteca-, en la mayoría de los casos, el equipo era manejado por árbitros que desconocían su funcionamiento porque en sus países todavía no se cuenta con ese avance tecnológico.
Más claro, ni el agua, de ahí la enorme cantidad de ocasiones en las que los asistentes del VAR preferían –ante su evidente incapacidad- llamar al árbitro central para que fuera él quien tomara las decisiones en lugar de hacerlo ellos en la búsqueda por agilizar las acciones.
Ahora vayamos al meollo del asunto en este tema: Era obvio que para que la Leagues Cup se llevara a cabo necesitaba del aval de la Concacaf. Eso era lo único en lo que se debiera involucrar dicha confederación -con su “moche” incluido-, sin embargo, por sus calzones decidió meter su cuchara en el renglón del arbitraje porque sabe que este torneo representa una oportunidad más para el negocio (busine$$), y así Víctor Montagliani, el Presidente de la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf) espera que esa cuchara saque una buena cantidad de dólares de la olla en que se cuece La Leagues Cup pues representa publicidad, venta de entradas, esquilmos y, sobre todo, la asistencia de los mexicanos que residen allá, es decir, “la gallina de los huevos de oro”.
Es de esperarse que para las próximas ediciones de este torneo ya la MLS y la Liga mx se sacudan la intromisión de la Concacaf en el arbitraje porque este renglón pertenece únicamente a las referidas ligas porque son los equipos que las representan, Así de fácil, así de sencillo.
Una vez desahogados esos puntos, pasemos al más importante de todos: que los dueños de los equipos de la MLS quieren presentarla como la mejor Liga de todas porque en ella juega Messi.
Para nadie es un secreto que la Liga Árabe busca, a toda costa, ubicarse en el plano futbolístico mundial y para lograrlo no escatima en soltar billetes verdes pues los millonarios que invierten en equipos de esa liga quieren en sus plantillas a los mejores futbolistas, ya sea que se encuentren en plenitud de sus facultades físicas como el francés Karim Benzema –entre ellos-, y aquellos cuya calidad y recursos futbolísticos les permitan, pese a la cercanía de su retiro, mantenerse vigentes, como es el caso del portugués Cristiano Ronaldo, quien se entrega al cien por ciento al cuidado de su carrera y, por lo mismo, se prepara y entrena como el más exigente miembro de la plantilla.
Y cuando la llega a Messi la oferta de Jugar en la Liga Árabe, ni lo pensó porque su mente estaba ya en una liga no tan exigente pero sí tan lucrativa como aquella: la Major League Soccer (MLS), a la que llegó en medio de un circo mediático y con una mayor exposición, pues, obviamente, por su dimensión geográfica, hay más medios de comunicación por kilómetro cuadrado que los que hay en el desierto.
Entonces, ya dado el paso de arribar al Inter de Miami, cuyo copropietario es nada más ni nada menos que el inglés David Beckman, el otrora Niño mimado del Manchester United, quien, de seguro, le ofreció un contrato sin fecha de vencimiento, bonos de productividad con relación a mantener una determinada asistencia del público a su estadio, a la cantidad de goles anotados, a la cantidad de minutos jugados y, lógicamente, a la cantidad de playeras del equipo con el 10 en sus dorsales.
Ah, pero para que este plan funcionara, primero habría que derrotar a cada uno de los equipos rivales de la Leagues Cup y qué mejor si el argentino se hiciera presente en las redes del equipo contrario y como muestra, está el partido ante el Cruz Azul, el primero de sus rivales y cuando todo indicaba que el encuentro terminaría empatado y daría paso a las rondas de penales, vinieron dos genialidades de Messi: la primera cuando fingió una falta fuera del área que el despistado árbitro de la Concacaf –dejar pasar, dejar hacer- sancionó con tiro de castigo y fue entonces que vino la otra genialidad cuando su disparo se convirtió en el gol del gane para así evitar llegar a los tiros de los once pasos. ¿Coincidencia? ¿La suerte del ganador? No. El arbitraje de limitada capacidad característico de la zona.
En su duelo contra el equipo que había sido Némesis del Inter, el Orlando City, nuevamente el arbitraje se inclinó hacia el equipo de Beckam, ¿o debo decir de Messi?, de tal suerte que a final del tiempo de juego, el 3-1 se dibujaba en la pizarra del estadio con el malestar del equipo visitante, cuyo DT hizo hincapié en que este tipo de partidos no merecía un penalti y menos inventado.
Pero como dice el refrán de la sabiduría popular mexicana: “Piensa mal y acertarás”. Y ahora me explico: la estrategia seguida por el Inter de Miami no solamente se centraba en los equipos rivales de su llave de competencia, sino más allá, es decir, de otros grupos en los que figuraban equipos que podían pisarle la sombra y como muestra tenemos un botón llamado América, el otro equipo –el primero es el Monterrey- de la Liga mx con reales posibilidades de llegar a la final pero que el arbitraje influyó en su eliminación ante el Nashville y quizás se trate del caso más evidente de la estrategia del Inter, pues resulta que después de haber terminado el partido empatado a dos goles en su tiempo regular, al silbante dio paso a la tanda de penales.
Hasta ahí, todo más o menos bien y apenas con un poco de dudas respecto al cuerpo arbitral, pero lo que fue el cobro desde los once pasos, ya fue ooootra historia, pues una vez terminada la primera ronda de penales con empate a cuatro goles, el silbante dio pie a la ronda de muerte súbita y mientras Fidalgo anotaba el gol en su turno, el mediocampista Jack Maher, del Nashville SC tiró de manera suave a la derecha de Malagón y éste detuvo el disparo y dio pie al festejo del equipo.
Sin embargo, seis minutos después llegó el “quita risas” para los americanistas, pues el árbitro, de cuyo nombre no quiero acordarme –parafraseando a Cervantes Saavedra en su obra El Quijote- ordenó repetir el cobro aduciendo que Malagón separó los dos pies de la línea de meta y eso invalidaba su detención del disparo de Maher, quien en su segunda oportunidad anotó el gol que empajaba los cartones y cuando tocó el turno de Jonathan dos Santos éste mandó el balón por arriba de la portería y… enseguida tocó el turno a Daniel Lovitz y anotó el gol que le dio el triunfo al rival.
Ok. La regla 14 señala que el portero deberá mantener por lo menos un pie haciendo contacto con la línea de meta, pero corregir el craso error de no percatarse al momento y dejar pasar seis minutos para repetir el cobro del penal, queda fuera de toda consideración, así se trate del equipo que sea el afectado.
En conclusión, a Messi le ofrecieron una liga a modo, publicidad, bonos de producción, regalías, una sobre-exposición mediática y un arbitraje de primera para alcanzar las metas que el Inter de Miami, Beckam, sus socios y la afición han establecido para su llegada…
¿Estamos?
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