Ganar como sea, o la cultura del engaño
• Estafa, timo, fraude, farsa, burla, trampa, mentira, embuste, falsedad, invención y argucia, son algunos sinónimos relacionados con algún acto relacionado con lo ilícito…
• Cuando la moral sucumbe ante la tentación de ejercer el poder a costa de la dignidad…
• ¿Y qué esperar cuando la corrupción -en todos los niveles- permea en un país cuya historia se forjó a base de “cañonazos de dinero”?
Hola, amigos lectores de Ecos del Deporte, las siguientes muestras de la filosofía popular hacen referencia a la importancia del dinero como recurso para obtener algún beneficio en una sociedad acostumbrada a medrar con base en la cultura del engaño, es decir, de la corrupción: “Dejar pasar, dejar hacer”; “poderoso caballero es Don dinero”, “el fin justifica los medios”, y “el dinero todo lo puede”.
Lo anterior viene al caso con relación a la costumbre adoptada por Emilio Azcárraga Jean, quien al mismo tiempo que figura como dueño de la empresa Televisa TUDN, que al mismo tiempo que transmite los partidos de algunos de los equipos afiliados a la Federación Mexicana de Futbol (FMF), es dueño también del equipo de futbol América, lo cual le permite, a su vez, ejercer, de facto, como dueño también de los destinos del organismo rector de nuestro balompié y -obviamente-, de los órganos que la conforman, convirtiéndose la Comisión de Arbitraje en el brazo ejecutor de sus designios para obtener los resultados a favor que en la cancha no pudieron conseguir los jugadores, en un claro ejemplo de la corrupción que impera en dicho organismo, entendiendo que tanto es corrupto el que ofrece dinero como el que lo acepta.
No hay torneo de liga tanto de la rama varonil como de la femenil en México en el que no se mencione esa práctica, pero lo peor es que no acaba en el plano local, sino que a nivel de la Concacaf ese método ya se adoptó también para beneficiar a dicho equipo en el torneo de la Concachampions y a la misma selección nacional en la Copa Oro y la liga de Naciones, en un claro ejemplo de cómo la cultura del engaño ha echado raíces en el ámbito deportivo.
Poco o nada le importa a “la mano que mece la cuna” en la FMF el ser identificado a nivel nacional y mundial por sus prácticas antideportivas, pues para quienes anteponen el beneficio económico al de su propia dignidad su legado no será otro que el cinismo y la ignominia, donde los valores éticos y morales son letra muerta cuando para él y sus esbirros “el fin justifica los medios”.
Pero como todo en la vida, la corrupción es una actitud aprendida, no está en los genes de cada quien ser o no corrupto, de ahí que si hacemos memoria, la verdadera dimensión de la corrupción la determinó el General Álvaro Obregón, quien al inicio de su segundo mandato como Presidente de México después de la Revolución, hizo alusión al refrán de que “poderoso Caballero es don dinero” al asegurar que “nadie resiste un cañonazo de 50 mil pesos” (para conseguir lo que se desea, toda proporción guardada, pues), entonces, no es remoto imaginar que esa práctica la haya aprendido Azcárraga Jean de su padre, Emilio Azcárraga Milmo, quien por décadas y de manera ilegal ejerció el monopolio de la transmisión de los partidos de la Liga Mexicana de Futbol y de la Selección Nacional hasta que la Ley anti monopolio lo obligó a compartir dichas transmisiones con TV Azteca.
Y que tal vez éste lo aprendió de su progenitor, Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien después de la Revolución Mexicana fuera fundador -en la década de los 30’s- de la XEW radio, un referente tanto a nivel local como en América Latina de la industria de la comunicación y que años más tarde, el empresario sería accionista de Telesistema Mexicano, precursor del actual consorcio Televisa TUDN.
Para concluir, podemos entender, sin justificar, que una persona que nació, creció y se desarrolló en el poder, se haya acostumbrado a ejercerlo rindiendo culto a su ego y cumpliendo sus caprichos con su juguete favorito, sabedor de que “el dinero todo lo puede”, como comprar la conciencia de los árbitros -en cancha y VAR- bajo la instrucción de “dejar pasar, dejar hacer” para darle otro título a su equipo…
¿Estamos?
PD
Tanta reiteración de los representantes de los diferentes medios de comunicación y de los usuarios de redes sociales por este triunfo del América sobre Cruz Azul me hicieron recordar el Mundial de 2014 de Brasil, cuando México sufrió un robo por parte del arbitraje al caer ante Holanda (Países Bajos) por un gol conseguido en un penal que no era.
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