Determinación, coraje y seguridad en sí mismo, los factores que influyeron en su triunfo…
Novak necesitó dos sets para lograr la presea dorada ante el español Carlos Alcaraz…
El momento más emotivo vino cuando sus lágrimas regaron la arcilla de la cancha…
El domingo 4 de agosto de 2024 será una fecha imborrable en le memoria del tenista serbio Novak Djokovic, ya que ese día conquistó el objetivo que faltaba en su carrera después de haber conseguido el triunfo en 24 finales de torneos Grand Slam que hasta ese día lo señalaban como el Mejor Jugador de la rama varonil en la historia.
Para lograr el Oro en los Juegos Olímpicos de Francia 2024, Djokovic tuvo que echa mano de toda su fortaleza física y mental desde el primer momento en que pisó la cancha Philippe Chatrier de Roland Garros, sede del torneo Abierto de Tenis, uno de los cuatro Grand Slam que con esta categoría se juegan en cada temporada.
En cada golpe a la pelota, Djokovic manifestaba su determinación por obtener su objetivo, sin importar que dos meses atrás sufrió una operación de menisco en su rodilla derecha. No cabe duda que otro incentivo del serbio para imponerse a Carlos Alcaraz fue echar mano de todo el coraje que lo animaba a jugar de tu a tu con su rival, quien, por cierto, le impidió alcanzar su título 25 en el Abierto de Wimbledon, de ahí que esta medalla de Oro le significó una gran revancha para el jugador balcánico.
Pero lo que verdaderamente le valió este resultado fue la seguridad en sí mismo que exhibió a lo largo de los dos sets que disputó al nuevo representante del tenis español, quien de seguro se sorprendió ante la actitud ofensiva mostrada por Djokovic en cada pelota, en cada punto, en cada juego y, por ende, en cada uno de los dos sets, en los que, por cierto, ninguno le pudo quebrar el servicio al otro, recurriendo a la “muerte súbita” en cada uno hasta que los números registrados en la pizarra electrónica, anunciaban al ganador indiscutible: Novak “Nole” Djokovic (7/6 y 7/6), quien de esa manera conseguía el triunfo que le faltaba en su carrera y así demostrar que nunca hay que darse por vencido y que cuando hay fuerza de voluntad, ni las lesiones pueden limitar tus aspiraciones.
Fue una vez jugada la última pelota del cotejo entre los dos astros europeos, que vino el momento más emotivo de la jornada tenística, pues en medio de los aplausos, los vítores y los gritos de reconocimiento por parte del público, Novak se dejó caer de rodillas sobre la arcilla al momento que se llevaba las manos al rostro y con un grito que le salió del alma dio rienda suelta a toda la emoción que en esos momentos sentía. En la tribuna seguían los aplausos y los gritos cuando Novak se puso de pie y fue al encuentro de Alcaraz para fundirse en un abrazo demostrando el respeto entre ambos tenistas, uno de 37 años de edad -el más longevo jugador que gana el Oro Olímpico- y considerado hasta ahora como el mejor de la historia y el otro, de 21 -con cuatro torneos Grand Slams en su palmarés-, cuyos logros en su corta carrera lo señalan como el sucesor de “Nole”.
Acto seguido, se despidió del Juez de Silla y al pisar de nuevo la cancha, sus lágrimas regaron el polvo de ladrillo a sus pies, demostrando que los dioses del Olímpo de los deportistas también tienen sentimientos. Todavía con lagrimas en su rostro se dirigió a la tribuna para compartir su emoción con su familia, su entrenador y demás cuerpo técnico.
Una vez que terminó la ceremonia de premiación, un “Nole” más relajado seguramente recordaba el camino que tuvo que recorrer en las competencias olímpicas que inició en Beijing 2008 y que culminó en Francia 2024, donde alcanzó la meta de sus aspiraciones al conseguir la medalla de Oro, el único testimonio que le faltaba a su prolífica carrera en el otrora llamado “Deporte Blanco”.
Estoy seguro que después del obligado retiro por la lesión en sus rodillas de “Su Majestad”, el suizo Roger Federer, Novak Djokovic se ha convertido en el modelo a seguir por quienes hacen del tenis el deporte de su preferencia, sin embargo, no todos han pasado por las vicisitudes que vivió el serbio, a quien le tocó atestiguar la crueldad de una guerra y las limitaciones económicas en su país a consecuencia del conflicto bélico, de ahí que se necesita mucha determinación, entereza, carácter, mentalidad positiva, dedicación y, por supuesto, de resiliencia para superar todos esos obstáculos.
De acuerdo con lo anteriormente señalado, Djokovic es un vivo ejemplo de que se necesita algo más que habilidad para trascender en un deporte, sea cual sea la especialidad de éste, para llevarse los títulos y satisfacciones que su práctica conlleva…
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