“Checo Pérez y Verstappen en el ojo del huracán en Red Bull que se evidenció más en el GP de Brasil”
Por Juan Manuel García García
Primero un Safety Car y…
Luego la mala decisión en el cambio de neumáticos…
Dejaron sin podio al piloto tapatío en Brasil…
Y así quedó en riesgo el 1-2 de Red Bull en el Campeonato de Pilotos…
Luego de un Gran Premio de F1 no apto para cardiacos, la carrera de Interlagos dejó al tapatío Sergio “Checo” Pérez Mendoza en séptimo lugar cuando todo hacía parecer que obtendría el podio, el cual, a final de cuentas, ubicó a George Russell y Lewis Hamilton haciendo el 1-2 en una carrera por demás perfecta para la escudería Mercedes, en tanto que el tercer lugar fue para el español Carlos Sáinz.
Lo interesante de esta situación es que una vez que arrancó la carrera, el piloto mexicano, que inició en la cuarta posición, desde el inicio se fue detrás del británico Russell y mantenerse en el segundo lugar la mayor parte del tiempo. Todo indicaba que alcanzaría el podio y dejaría atrás al monegasco Charles Leclerc, su rival directo en la lucha por el segundo lugar en el campeonato de pilotos, al cual hasta el término del GP de México, aventajaba con 5 puntos, es decir, 280 para Pérez por 275 del piloto del Principado.
Sin embargo, se fueron conjuntando las circunstancias señaladas al principio y que, a la postre, dieron al traste con esa posibilidad dejándolo en el séptimo lugar. Y como si eso no fuera suficiente, todavía hubo otra que agravó más el resultado y tensó, de manera por demás evidente, la situación personal entre Max Verstappen y “Checo”, pues a consecuencia de la mala estrategia de los neumáticos –el equipo de mecánicos en los pits ya no tenía gomas blandas y tuvieron que adaptarle de textura media, las cuales, por el cambio de clima, carecían de agarre en la pista y lo hicieron perder el ritmo de carrera que llevaba.
Fue así como lo fueron rebasando Lewis Hamilton -de Mercedes-; -Sáinz y Leclerc-, de Ferrari y Fernando Alonso -de Alpine- y el propio Verstappen, quien recibió la orden de rebasar a su compañero para buscar retrasar a Sáinz y Leclerc y bajarle los puntos que beneficiarían a “Checo”.
Sin embargo, cuando no los pudo rebasar por el mejor ritmo de carrera que llevaban, recibió la orden directa de darle el pase a su compañero, para que recuperara uno o dos puntos y fue entonces cuando el piloto de los Países Bajos no hizo caso de la orden, lo que dio pie a que un “Checo“ molesto, irónicamente agradeciera al equipo y soltara el primer comentario al respecto sobre su compañero: «mostró quien realmente es», a lo que el ingeniero en jefe de su equipo solamente le respondió: “No sé qué decirte”.
Aquí cabe destacar que Max desatendió órdenes directas pues cuando se acercaba para tomar la última vuelta y no disminuía la velocidad, le dieron la instrucción de que “se olvidara del DRS y lo dejara pasar” y no hizo caso. Enseguida le dijeron dos veces más que “dejara pasar a “Checo” y tampoco acató la orden y la última vez le pidieron “¡Por favor deja pasar a Checo!”, ya cuando el bicampeón tomaba rumbo hacia la bandera de cuadros. Cuando Verstappen se dirigía al área de Red Bull le cuestionaron sobre lo que había pasado y el piloto de la escudería de las bebidas energéticas mostró su enfado al momento en que explicaba el porqué de su negativa:
«Ya se los dije la última vez, no me vuelvan a pedir eso de nuevo, ¿está bien? ¿Estamos claros en eso? Les di mis razones y las sostengo”, declaró.
Pero eso no fue todo, pues cuando el piloto tapatío fue entrevistado al final de la carrera y al ser cuestionado respecto a la respuesta negativa de Verstappen a las instrucciones recibidas por radio su comentario fue el siguiente: “Estoy sorprendido, no sé qué pasó, sobre todo por todo lo que he hecho por él, no entiendo lo que pasó, estoy sorprendido, ha obtenido dos campeonatos gracias a mí”.
Como se puede apreciar, es obvio que si la relación entre ambos pilotos no era tan cordial como aparentaban, ante estos comentarios de cada uno es obvio que, como decimos en México, “ya pintaron su raya” y aunque Christian Horner, el Ingeniero en Jefe del equipo y Helmut Marko, el asesor de la escudería dijeron que después de la encerrona que se dio al término del carrera, ambos personajes aclararon sus puntos de vista y que el acuerdo de esa reunión fue que en Abu Dhabi, sede de la última carrera de la temporada, Verstappen, si fuera necesario, pondría todo de su parte para apoyar a “Checo” para que éste alcanzara el segundo lugar en el Campeonato de pilotos.
Hasta ahí, parece que la escudería ya puso a cada quien en su lugar, tomando en cuenta que Horner es la máxima autoridad en la toma de decisiones y de seguro no le cayó para nada bien que Verstappen haya desobedecido una orden directa, pero cabe hacer mención que Max viene de la Escuela de Pilotos de Red Bull y que siempre ha gozado de la simpatía de Marko, pues además de que lo ha visto crecer en las pistas, lleva una gran amistad con Jos, el papá de Max, quien también fue piloto y que a través de sus publicaciones en redes sociales, siempre trata de menospreciar el trabajo de “Checo” y no se necesita saber por qué, pues el mexicano, con los podios y carreras ganadas, de alguna manera le está “pisando la sombra” al segundo piloto de la dinastía Verstappen.
En conclusión, habrá qué ver qué tanto pesan los argumentos de Horner, a quien ya hemos visto abogar y darle su lugar a Pérez Mendoza y los de Helmut Marko, a quien, por cierto, se le ha acusado de racista por sus evidentes descalificaciones al piloto tapatío, de ahí el título de esta entrega, pues creo que a todos los mexicanos nos interesa saber si nuestro compatriota sale del ojo del huracán o es arrastrado por la soberbia, prepotencia y vanidad de su ¿compañero? de equipo…
¿Estamos?
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