¿Y eso?
¿Qué animal le picó?
¿Por qué al Galaxy y no a Chivas?
Así escuchaba, desde el pasado sábado, opiniones de la gente sobre el interés del primer equipo de Los Ángeles en militar en la Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos de Norteamérica, en hacerse de los servicios del atacante mexicano Javier “Chicharito” Hernández, que como se sabe, emergió de la cantera de las Chivas Rayadas del Guadalajara, de ahí el reclamo de por qué no regresaba mejor al equipo que lo vio nacer como futbolista.
Sin embargo, aunque el jugador ya dio el sí al equipo y el trato entre el Sevilla y Galaxy por el traspaso del jugador se suponía iba sobre ruedas, parece que la avaricia, según dio a entender un periodista español, apareció en el equipo ibérico y de repente las conversaciones quedaron en suspenso porque la cantidad a pagar ya no era la misma, de ahí mi comentario respecto a la intromisión del diablo en la negociación.
Ahora que, en cuanto a la decisión del jugador mimado por la afición de las Chivas de salir del Sevilla, para un servidor es la correcta considerando que en el equipo dirigido por Julen Lopetegui no contaba con los minutos suficientes para reencontrarse con el gol, pues sabido es que mientras más tiempo pase en el terreno de juego, mayores serán las posibilidades de un delantero de hacerse presente en el marcador.
En cuanto a que emigre al fútbol de la MLS también me parece acertado el que se decida por el Galaxy porque independientemente de las ventajas económicas que le representaría llegar a ese club en una ciudad habitada por tantos mexicanos que, sin duda le cobijarían, llegaría en condición de titular considerando su palmarés y trayectoria en el fútbol europeo, aparte, claro, del referente principal, que es su amor por la camiseta rojiblanca.
Sí, también es cierto que allá hay mejor seguridad que aquí y mejores condiciones para el desarrollo de su familia sin que su estatus sea atractivo para la delincuencia, pero la mayor ventaja, al menos así lo considero, es que estaría más cerca de su familia, porque no es lo mismo tener que atravesar el charco, como coloquialmente se dice, que abordar un avión que en tres horas lo traería a casa en un fin de semana cualquiera.
Por otra parte, sin importar la opinión de sus detractores, quienes aseguran que a sus 31 años será muy difícil que recupere su capacidad goleadora, yo siento que, insisto, de concretarse su pase al equipo angelino, ahí dispondrá del tiempo necesario para recuperar su olfato goleador y, una vez que se gane su lugar en la MLS, pudiera regresar a retirarse con las Chivas jugando uno o dos años y entonces sí, retirarse a disfrutar de un merecido descanso y del fruto de su exitosa carrera.
Ah, y en caso de que se diera la intromisión del diablo y no se concretara su traspaso al Galaxy, no creo que hubiera mucha diferencia en cuanto a su futuro, pues considerando que su contrato con el cuadro español vence en 2022, seguramente ya pensaría en regresar con el Rebaño Sagrado para entonces…